lunes, 28 de abril de 2014

Tiempo para madurar.

A veces necesitamos despejarnos, encontrarnos a nosotros mismos, disfrutar de la tranquilidad y la soledad, apreciar las pequeñas cosas, respirar hondo, pasear, dejar la mente en blanco... Para darnos cuenta de que tenemos defectos que debemos mejorar, y mil formas para hacerlo y que también tenemos muchas virtudes de las que estar muy orgullosa. Para darnos cuenta de que realmente tenemos muchas cosas, o más bien, personas que no valoramos lo suficiente, nos daremos cuenta de que damos más por cierta persona que no daría ni un centavo por nosotros, que pondrías la mano en el fuego por personas y te quemarías, que regalas sonrisas a alguien que te regala problemas a montones y lágrimas para derramar, nos daremos cuenta que las personas que están ahí siempre, en lo bueno y en lo malo, no le agradecemos todo lo que han hecho por nosotros, ni valoramos cada detalle que hacen para vernos sonreír, a esas personas le queremos incondicionalmente, y esas personas lo saben, y tú lo sabes, pero nos daremos cuenta, que no le agradecemos lo que merece, que no le abrazamos todo lo que querríamos y no le decimos 'te quiero' tanto como sentimos. Necesitamos días así para darnos cuenta que somos más de lo que creemos, somos más de lo que los demás creen que somos. Nos daremos cuenta que nadie tiene derecho para decir que no merecemos las cosas buenas que nos ocurren en la vida. Nos daremos cuenta de que tenemos que luchar por lo que creemos, y por lo que queremos, que debemos darlo todo y defender nuestra opinión propia hasta el final, nos daremos cuenta que lo que creemos que son problemas son tonterías de la edad, nos daremos cuenta que debemos agradecer todo lo que tenemos, nos daremos cuenta que nuestro alrededor esta lleno de hipocresía y egoísmo, y perderemos el interés por todos ellos, nos daremos cuenta de que si lo que estámos haciendo está bien o mal, nos daremos cuenta que nuestro objetivo no tiene que ser complacer a todos, ni caer bien a todos, que si a una persona tenemos que decirle algo sea bueno o malo tenemos que decirlo, que las cosas sin rodeos y menos complicaciones, que si tenemos que parecer o ser una borde con quienes no queremos en nuestra vida, no hay ningún problema, que mejor es cortar por lo sano, que a quien le pique que se arrasque, y que si tenemos que decirle a alguien que le queremos, se lo decimos, que si tenemos que decirle a alguien que le echamos de menos, se lo decimos, que si tenemos que callar lo que sentimos porque sabemos que es lo que tenemos que hacer, no nos engañemos y nos callamos o nos arrepentiremos, que lo que queremos no siempre es lo que queremos realmente, que lo efímero nunca viene bien, que si desde el principio puede verse el final no sigamos insistiendo, que quien de verdad nos quiere nos lo demuestra y quien nos ha hecho daño tiene el derecho a equivocarse y al perdón con la obligación de que lo sienta, que quienes nos hacen daño y luego aparecen como si no hubiera pasado nada no son de fiar, y que si hay que sonreír, se sonríe, y que si hay que llorar, se llora, que sí, que llorando se desahoga, se siente, se libera... Que las cosas no se consiguen si no se lucha, que hay que tener claro lo que queremos, que realmente lo tenemos, pero hay veces que resulta difícil afrontar la verdad, que debemos de dejar de darle vueltas a la cabeza para buscar razones inteligentes para hacer lo queremos y también para justificar por qué no lo hacemos, que explicaciones solo a papá y mamá, que quién cree en ti no las necesita y quién no te importa no le dirigirás la palabra, que hagas lo que hagas serás juzgado y que siempre hay que hacer lo que se siente, pero con cabeza, que la vida esta hecha a base de palos y caídas, que las personas son como son y no puedes pedir de ellas algo que no son, que siempre habrá alguien que te defraudará, alguien que te mentirá, alguien que te hará daño y alguien que su proriedad será verte caer, y que a todas esas personas le tienes que dar largas, que dar oportunidades está bien, pero que si siguen fallando no hay que ser gilipollas, que sentir dolor es inevitable pero sufrir es opcional, que la felicidad depende de la actitud a la hora de frentarse a los problemas, que hay cosas que no se pueden cambiar pero hay que luchar por lo que puede ir a mejor, que hay que estar satisfecha de si misma, que hay que tratar a los demás como quieres que te traten a ti, que eso no quiere decir que te traten como quisieras, que la felicidad consiste en quienes tienes en la vida, que compañía no siempre significa seguridad, que cuenta más lo que uno piense de si mismo que lo que piensen los demás, que no solo cuenta saber que es lo que hay que hacer si no hacerlo, que hay que tener sueños, ilusión, una meta, y que hay personas las cuales nada más te queda decirles 'que te vaya bien' y alejarte de ellas, te darás cuenta que la vida no es fácil y que crecer conlleva responsabilidades, que todo no será como quieres que sea, que deberías apuntarte a cualquier cosa que surja, que quien no arriesga no gana, que siempre te llevas algo, bueno o malo, que la vida está para vivirla, sentirla, que la vida son dos días y se es joven la mitad, que ser joven no implica hacer cosas que no se deben, que hay que saber pasárselo bien, saber ser honesto, saber amar, saber compartir, saber decir lo que quieres, saber a no tener orgullo con los demás, saber a no perder el tiempo, a saber a decir te quiero... Te darás cuenta que no estás actuando como realmente piensas que deberías, y te darás cuenta que más de la mitad de las cosas no las harás así, y te darás cuenta que solo tienes una oportunidad para el cambio, te darás cuenta que es hora de vivir.













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