Oye, ¿te acuerdas de mí? Solíamos hablar todos los días, eras el motivo de mi sonrisa y un día dejamos de hablar. Solías sonreír cada vez que me veías. ¿Qué nos pasó?
Jamás pensé que pudiera sentir esto por ti. Somos como polos opuestos. Sea que los polos opuestos se atraen o no, sé que me haces feliz, no sé que tienes pero me haces sonreír como una idiota, no tengo ni la remota idea de que pasa aquí, pero me gusta. No sé si me gustas, o te amo, si te quiero, o te necesito, solo sé que me encanta esta sensación, chico, pareces ser mi debilidad.
Llevo mucho tiempo preguntandome como la felicidad de una persona podía depender de otra, he oído muchas historias, he aconsejado muchas otras, he intentado buscar el significado de la palabra "amor", he escuchado muchas palabras bonitas y me las he creído, me he ilusionado cuando no debía, he temido en expresar mis sentimientos, y así...
"He aprendido que el amor puede llegar por sorpresa y terminar en una tarde.
He aprendido que el 'Nunca mas' Nunca se cumple, y que el para siempre, siempre termina.
He aprendido que el que arriesga no pierde nada y el que no arriesga esta perdido.
He aprendido que el físico atrae, la personalidad enamora y los hechos cuentan.
He aprendido que el sentir dolor es inevitable pero sufrir es opcional. Y, sobre todo
He aprendido que no sirve de nada, seguir negando lo evidente."
Y lo veo y me pongo nerviosa, me habla y sonrio sin querer, me toca el hombro y se me eriza la piel, creo verlo de lejos y el corazón se me para. Estoy en casa, con los amigos, de compras, estudiando, en el sofá, a la hora de dormir... Él siempre está ahí, por arte de magia, parece ser que se metió en mi cabeza y sacarlo resulta imposible. Cualquier cosa me recuerda a él, no hay más genero masculino, sus whatsapps son sonrisas instantáneas.
Entonces ocurre, ese que te saca sonrisas, que buscas en todos lados, que no puedes sacar de tu mente te viene y te cuenta historias con finales felices y te creas un mundo genial de las cosas que dice, no le falta ni amor, ni verdad, ni matices, te promete la luna, sonrisas al verte, y besos con suerte. Y tú, acostumbrada a querer por momentos y olvidar sin remordimientos, aceptas, pero con miedo, intentas no ilusionarte, ¿intento fallido? Entonces, llega sonrisas al verle, y piensas ¿cómo diablos se puede querer tan fuerte? Él te inotiza con ese mundo tan genial que te dice, te dice que te quiere, que no puede perderte.
Y busco respuestas a preguntas que no las tienen, busco en tu corazón algo que por mi no sientes.
Puede que tuviera miedo, puede que no apreciara lo que de verdad importaba, puede que me equivocara, puede que sintiera y sienta millones de cosas y no me he dado cuenta hasta ahora, puede que sienta dentro dardos, puede que te haya perdido por tonta, por idiota, por no decirte lo que sentía, puede que eche de menos simples detalles que me sacaban sonrisas, puede que me arrepienta de esas tantas excusas que puse para no vernos y ahora lo daría todo para que me lo pidieras, puede que sienta mucho, puede que ya sea tarde, puede que te quiera. ¿Cómo no pude darme cuenta antes? Puede que vea tu última conexión una y mil veces, puede que ahora no duerma esperando ese buenas noches que nunca llega, puede que cada mañana sea una mierda por no recibir ni una simple mirada, puede que te eche de menos.
A quien quiero engañar, la verdad es que te echo mucho de menos, echo de menos nuestras conversaciones eternas, nuestro piques de niños pequeños, nuestros celos, que me guiñaras el ojo para hacerte el chulo, que me "vacilaras con amor" que me dieras un beso sin esperarlo y luego sonrieras, que me obligaras a darte la mano delante de todos a pesar del que dirán, que cuando pasaba al lado tuyo me conquistaras con esas bonitas palabras tuyas, que me mandaras besos cuando te veía a lo lejos con tus amigos, que me dijeras enana, que me dijeras de vernos, esos momentos de orgullo que ninguno hablaba pero que no duraban ni una hora, tus abrazos, tus besos, tus payasadas, tus te quieros, echo de menos simples detalles que me sacaban sonrisas, echo de menos estar contigo.
Puede que te mire cada vez que te tenga cerca y que me vuelvas la mirada. puede que nos miremos fijamente y que nadie haga nada, puede que vayamos como desconocido, pero bien sabes que nos conocemos muy bien, puede que no nos hablemos, pero nos miramos, puede que nunca fuéramos nada, pero siempre hubo algo, puede que finja que no me gustas, que no me importas, que no me gusta estar contigo, que no me interesas, que no eres nadie para mi, puede que mienta a todos, incluyendome a mi, puede que me haya dado cuenta de que no quiero otros besos, que no quiero escuchar otra voz, ni quiero ver otra sonrisa, puede que me muera de ganas de decirte que TE ECHO DE MENOS.
Todo se acabó, y todo se complica, crees que esto es como siempre, que mañana estará todo olvidado, pero esta vez no es así, piensas que te olvidarás de él que será uno más de tantos, pero los días pasan. Cuándo alguien pronuncia su nombre sonríes al recordar aquellos momentos increíbles y al istante se te borra al pensar que solo son recuerdos y jamás se repetiran. Es hora de ir a la cama, feliz miras el móvil y la sonrisa se elimina en el momento, ¿por qué lo haces? ¿que esperabas encontrarte? Y desde entonces no duermo esperando ese buenas noches que nunca llega.
Puede que a veces me guarde lo que pienso, pero no creo que sea difícil de adivinar... Te das cuenta de que quieres mucho a esa persona, cuando para dormir feliz, necesitas que te digas ese 'Buenas noches' que te hace sonreír.
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